jueves, 27 de abril de 2017

lokomat: 1Km.


De nuevo en la lokomat y de nuevo practicando la marcha. Me gusta. Las cintas que sujetan el cuerpo a la máquina molestan un poco. Se sufre con gusto. Es un placer la sensación de caminar. Hoy he estado con Dani, mi nuevo fisioterapeuta. No lo tiene fácil. Viene de Venezuela y es duro estar aquí mientras su familia permanece en su paísde origen últimamente agitado por la situación política. Ver en las noticias las manifestaciones en las calles de Caracas con enfrentamientos y heridos no debe ser un factor desestabilizador de importancia. Sin embargo, Dani hace su trabajo con una sonrisa y día dís vamos cumpliendo objetivos. Tampoco en esto lo tiene sencillo: En primer lugar por la dificultad que entraña mi caso: una espasticidad rebelde y un desajuste postural que hay que corregir. En segundo lugar, porque sustituye a Manu, mi anterior fisioterapeuta con el que ya había avanzado bastante.  Ambas cuestiones las afronta Dani con trabajo, tesón y gran talante.
Hoy le ha tocado el turno a la lokomat, ese exoesqueleto del que ya he escrito en alguna entrada anterior.
Tenía algo pendiente con esta maquinita: Alcanzar el kilómetro recorrido.
Nos hemos puesto a ello y hemos empezado, paso a paso, ajustando la marcha, procurando estirar correctamente mi pierna izquierda. Ha sido genial se acababa el tiempo, otro paciente esperaba y , al final, casi con el tiempo cumplido justo en los segundos finales he mirado el monitor : 1029metros, ¡poca más de un kilómetro! Mao decía que una larga marcha empieza con un primer paso. Pues ya está dado ¿Qué será lo próximo?. No lo sé, pero será. Gracias Dani. Gracia Manu.