AIRCAST
he escrito en varias ocasiones sobre las
secuelas físicas y emocionales que conlleva haber sufrido un ictus. Son muchas,
y desde los primeros momentos hay que intentar superarlas afrontarlas con
esfuerzo y tesón.
No poder caminar es una de ellas, el pie
equino o varo y la espasticidad obligan a que los desplazamientos tengan que
hacerse en silla de ruedas. No obstante, Inyecciones periódicas de bacteria botulínica
y un buen trabajo con los fisioterapeutas van consiguiendo algunos avances. Es
emocionante: Dar los primeros pasos con
una muleta; ponerse de pie para orinar; levantarse de la cama sin ayudas;
llegar hasta un coche y montarse en él.
cada
logro supone una motivación extraordinaria y un rearme moral. Pero hay que ser
prudente, hay que ir etapa por etapa siguiendo las indicaciones de los
fisioterapeutas. Hay que ser muy cuidadoso con la seguridad porque una mala
caída o una torcedura puede significar un gran retroceso en la recuperación. En
cualquier caso, hay que ser constante y no abandonar los ejercicios, todos son
importantes y preparatorios para alcanzar objetivos más ambiciosos. Nada es gratuito.
También es fundamental olvidar miedos. Si aparecen basta con pensar: “No
hemos llegado hasta aquí para detenernos ahora”. Resignarse no es una opción. Reconozco que,
en ocasiones, me siento frágil, algo abrumado por los numerosos nuevos detalles
a los que atender: posición del cuello, alineación de los pies, sacar pecho,
cargar peso en el pie izquierdo mirada alta… y todos ellos en desplazamientos
repletos de distracciones e imprevistos a los que no estoy acostumbrado. Quizá
me he acomodado a un territorio conocido de discapacidad, quizá me de vértigo lo
que pueda haber más allá.
Ahora más que nunca hay que dar un paso hacia delante
y de la mano de los fisioterapeutas avanzar.
Edu, mi fisioterapeuta, quiere
quemar mi vieja bota ortopédica reforzada con hierros y probar un elemento más
ligero: un producto Air cast que también me estabilizará el tobillo, y quizá me
ayude a caminar usando un calzado normal. La bota, segura pero incómoda, me
produce edema y no permite alcanzar un patrón de marcha correcto. Esa bota Me
ha acompañado durante estos años y está ya en mi área de confort. Representa lo
conocido. Con el producto Air cast deberé empezar a aprender a caminar de nuevo.
Será cansado y tedioso, primero con muleta más adelante con un bastón de paseo
pasos cortos, “el pie derecho adelanta el izquierdo”. Una y otra vez, una y
otra vez, hasta alcanzar soltura y seguridad hasta reeducar mi cerebro y mi
cuerpo. Será una larga y dura tarea. Y Edu quiere quemar la vieja bota.
Esa es la actitud, la misma que tuvo Alejandro
Magno quemando las naves y la que imitó después Hernán Cortés inutilizando las
suyas: No hay vuelta atrás, la retirada no es posible, la única opción es
avanzar y vencer.
Con el producto Aircast aprenderé todo de nuevo,
será un proceso exigente. A La Victoria se llega avanzando. No hay marcha
atrás.