lunes, 22 de mayo de 2017

Air cast


AIRCAST


he escrito en varias ocasiones sobre las secuelas físicas y emocionales que conlleva haber sufrido un ictus. Son muchas, y desde los primeros momentos hay que intentar superarlas afrontarlas con esfuerzo y tesón.
No poder caminar es una de ellas, el pie equino o varo y la espasticidad obligan a que los desplazamientos tengan que hacerse en silla de ruedas. No obstante, Inyecciones periódicas de bacteria botulínica y un buen trabajo con los fisioterapeutas van consiguiendo algunos avances. Es emocionante:  Dar los primeros pasos con una muleta; ponerse de pie para orinar; levantarse de la cama sin ayudas; llegar hasta un coche y montarse en él.
 cada logro supone una motivación extraordinaria y un rearme moral. Pero hay que ser prudente, hay que ir etapa por etapa siguiendo las indicaciones de los fisioterapeutas. Hay que ser muy cuidadoso con la seguridad porque una mala caída o una torcedura puede significar un gran retroceso en la recuperación. En cualquier caso, hay que ser constante y no abandonar los ejercicios, todos son importantes y preparatorios para alcanzar objetivos más ambiciosos. Nada es gratuito. También es fundamental   olvidar miedos. Si aparecen basta con pensar: “No hemos llegado hasta aquí para detenernos ahora”.  Resignarse no es una opción. Reconozco que, en ocasiones, me siento frágil, algo abrumado por los numerosos nuevos detalles a los que atender: posición del cuello, alineación de los pies, sacar pecho, cargar peso en el pie izquierdo mirada alta… y todos ellos en desplazamientos repletos de distracciones e imprevistos a los que no estoy acostumbrado. Quizá me he acomodado a un territorio conocido de discapacidad, quizá me de vértigo lo que pueda haber más allá.
Ahora más que nunca hay que dar un paso hacia delante y de la mano de los fisioterapeutas avanzar.
Edu, mi fisioterapeuta, quiere quemar mi vieja bota ortopédica reforzada con hierros y probar un elemento más ligero: un producto Air cast que también me estabilizará el tobillo, y quizá me ayude a caminar usando un calzado normal. La bota, segura pero incómoda, me produce edema y no permite alcanzar un patrón de marcha correcto. Esa bota Me ha acompañado durante estos años y está ya en mi área de confort. Representa lo conocido. Con el producto Air cast deberé empezar a aprender a caminar de nuevo. Será cansado y tedioso, primero con muleta más adelante con un bastón de paseo pasos cortos, “el pie derecho adelanta el izquierdo”. Una y otra vez, una y otra vez, hasta alcanzar soltura y seguridad hasta reeducar mi cerebro y mi cuerpo. Será una larga y dura tarea. Y Edu quiere quemar la vieja bota.
Esa es la actitud, la misma que tuvo Alejandro Magno quemando las naves y la que imitó después Hernán Cortés inutilizando las suyas: No hay vuelta atrás, la retirada no es posible, la única opción es avanzar y vencer.
Con el producto Aircast aprenderé todo de nuevo, será un proceso exigente. A La Victoria se llega avanzando. No hay marcha atrás.

Air cast