Cúantas cosas
sueñas e imaginas durante los periodos más duros de la convalecencia y
rehabilitación!. Es recomendable y ayuda hacerlo en positivo, superando
barreras y apuntando retos futuros a alcanzar. Recuerdo que mi fisio me
pregunto que es lo que me apetecería hacer cuando volviera a andar, no lo dude:
pasear por la playa y caminar por un bosque frondoso, verano y otoño, arena
dorada y alfombra de oro de hojas caducas.
Imaginaba
también caminar despacio a una terraza cercana y, allí, a la sombra y con brisa
leer un libro tomando unas bravas en buena compañía y mejor conversación.
Pero llega el
momento, y la realidad, siempre la realidad, como en la vida, llegan las
barreras, algunas más de las esperadas: esos escalones de tu portal, ese
semáforo impaciente por cambiar de color, esos coches que aparcan sin dejar
espacio para aparcar, ese suelo, inestable y con desperfectos… Nada. Los
objetivos están claros, ya los soñaste. Una a una, esfuerzo sobre esfuerzo
debes ir superándolas, además verás como la gente se alía para ayudarte con un
empujón o una sonrisa, debes agradecerlo poniendo más de tu parte.
Hoy he amanecido
con mi portal cambiado, los vecinos, reunidos en junta han decidido poner
rampitas de acceso y barandillas. Para mi, es un regalo enorme y se lo haré
saber, por escrito y con hechos, me verán feliz saludarles cada vez que salga a
dar un paseo.
Otro regalo, la
terraza a la que suelo ir ha reservado una mesa para mí, cerca de la puerta
para que sea más fácil y accesible si voy a tomar algo. Más sonrisas.
Siempre he
creído que la sociedad es más solidaria que los que la gobiernan y ojalá aquellos escuchen a sus gobernados y se merezcan la responsabilidad que osatentan.
Ojalá la justicia social empiece a imperar.
Donde hay una necesidad, siemprehay un
derecho.
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