viernes, 29 de julio de 2016

Dependencia en perspectiva


Dependencia

Pasado ya el tiempo es momento de convivir con las secuelas del ictus, y, en consecuencia, con la dependencia. No es fácil. Un ejemplo. Recién llegado de pasar unos días con mis hijos en la playa, ellos lo merecían y yo también, tomas conciencia de todo lo que no puedes hacer y te apetece, claro que te apetece: Montar en los Karts con ellos y competir, jugar con las olas, saltarlas y hacerles algunas perrerías, demasiadas cosas.
Te das cuentas que dependes de muchas personas y circunstancias: De los taxistas, que lleguen a tiempo cuando se les llama y de su amabilidad, para guardar silla plegada y muleta en el maletero. He de decir que la mayoría son un ejemplo de servicio y comprensión. También dependes de cómo se encuentren situados los cuartos de baño en vagones de tren, restaurantes y demás lugares públicos. Cada salida es siempre una incógnita a resolver ygenera cierta inquietuden tí y en los que te rodean.  Lo mismo con los restaurantes, bares y terrazas, ¿cómo serán la sillas y las mesas?¿ Cómo estarán colocadas?
Dependes de muchos  y para infinidad de cosas.
Pero hay que pensar en ellas como  obstáculos que hay que ir resolviendo.¡Que se pueden resolver!
He conocido convalecientes que empiezan cada acción con un” ¡Ay! No se si podre hacer tal o cual cosa. Personalmente prefiero el: “Voy a” y a partir de ahí visualizar que se quiere hacer, pensar cómo se desea hacerlo y lanzarse a por ello con calma pero con decisión y foco.
La Dependencia, entonces deja de ser una excusa y una causa de lamento para convertirse en un factor motivante muy poderoso.
Esta actitud, creo, es válida para otros objetivos en la vida y el trabajo,

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