Una de las secuelas que me ha dejado el ictus
es una “heminegligencia”, es decir,
una pérdida de atención hacia mi lado izquierdo, vamos, que no presto atención
a lo que sucede a mi izquierda y para los suspicaces, no. No tiene nada que ver
con La Política.
Debido a esa secuela y al colocar los nombres
de los mecenas en la página de agradecimientos del libro olvidé uno de ellos,
hecho que paso a subsanar compartiendo ahora la página actualizada y corregida.
¡Cómo pude olvidar a mi buen amigo Miguel
Ángel Torres, grande en todos los aspectos!
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